Las imágenes que se muestran corresponden al antes y después de un tratamiento de reconstrucción ungueal realizado por un podólogo. En ellas se puede apreciar la evolución del estado de la uña, desde su condición inicial —donde puede observarse daño, ausencia parcial o total, y posibles signos de infección— hasta el resultado final, donde se ha restaurado la forma, función y apariencia natural de la uña utilizando materiales específicos de uso podológico y, en caso necesario, geles con acción antifúngica.
¿Qué es la reconstrucción ungueal?
La reconstrucción ungueal es un procedimiento podológico especializado que consiste en restaurar parcial o totalmente una uña del pie, generalmente dañada o ausente, mediante el uso de materiales específicos, con el objetivo principal de recuperar la barrera natural de protección del dedo, restablecer su funcionalidad y mejorar su apariencia estética.
¿Por qué se realiza?
El procedimiento no es únicamente estético, sino que tiene un propósito terapéutico y preventivo:
· Recuperar la función protectora de la uña, evitando lesiones, presión excesiva o infecciones.
· Prevenir la proliferación de hongos y bacterias, al cerrar la entrada a microorganismos patógenos.
· Restaurar la forma anatómica del dedo, mejorando la pisada y la comodidad al caminar.
· Aumentar la autoestima del paciente, gracias a una apariencia natural de la uña reconstruida.
· Recuperar la función protectora de la uña, evitando lesiones, presión excesiva o infecciones.
· Prevenir la proliferación de hongos y bacterias, al cerrar la entrada a microorganismos patógenos.
· Restaurar la forma anatómica del dedo, mejorando la pisada y la comodidad al caminar.
· Aumentar la autoestima del paciente, gracias a una apariencia natural de la uña reconstruida.
Paso a paso
1. Evaluación inicial
El podólogo examina el estado de la uña o del lecho ungueal (zona donde crece la uña), descartando infecciones activas o condiciones que impidan el procedimiento.
2. Limpieza y preparación
Se realiza una limpieza profunda del área, eliminando restos de uña dañada, tejido queratósico, esporas fúngicas (si las hubiera), y se desinfecta completamente la zona.
3. Uso de geles antifúngicos especializados
Si se detecta o se sospecha de onicomicosis (hongos en las uñas), se emplean geles especiales con componentes antimicóticos. Estos productos ayudan a tratar la infección al mismo tiempo que se reconstruye la uña. También pueden hacerse pruebas complementarias en caso de que se quiera confirmar el diagnóstico al 100% o actuar de manera preventiva.
4. Reconstrucción con resina o gel podológico
Se aplica un gel específico para uso podológico, flexible, transpirable y compatible con el tejido ungueal. Este se modela cuidadosamente para simular una uña natural y se endurece mediante luz LED o UV.
5. Moldeo y pulido
Una vez endurecido, el material se lima y da forma para que se integre de manera armoniosa con el dedo y con las uñas adyacentes. Se busca una apariencia lo más natural posible.
Resultados y cuidados posteriores
La uña reconstruida recupera gran parte de la funcionalidad de una uña natural: protege, permite usar calzado con normalidad, y en muchos casos mejora la marcha.
Se recomienda un seguimiento regular para revisar el estado del gel y del lecho ungueal, especialmente si hay antecedentes de infección por hongos.
Aunque no es una uña verdadera, la reconstrucción se adapta muy bien a la anatomía del dedo y tiene una apariencia estética cuidada.
Resumen
La reconstrucción ungueal es un procedimiento seguro y eficaz, que restituye la protección, salud y estética del dedo. Gracias a la combinación de materiales podológicos específicos y antifúngicos, no solo se mejora la apariencia, sino que también se contribuye a la curación y prevención de infecciones.